Las alcachofas congeladas, con un sabor distintivo y una textura firme. Son comunes en la cocina mediterránea y se pueden consumir en ensaladas, guisos, sopas y pastas. También se pueden encontrar frescas o congeladas. Las alcachofas son ricas en fibra, vitamina C, calcio y hierro. Además, se ha demostrado que tienen propiedades antioxidantes y pueden ayudar a reducir el colesterol y mejorar la digestión.